"Un viaje de mil millas empieza con un paso." Lao Tse.

viernes, 16 de mayo de 2008

Vietnam: Hanoi, problemas en la Embajada de China

En el Templo de la Literatura, tocar la cabeza
de una tortuga te da longevidad
Es viernes y nos levantamos tarde. Perdemos la oportunidad de visitar el Mausoleo de Ho Chi Minh, ya que cierra a las 11.30 h. Hoy es día laborable y por tanto vamos a aprovechar para sacar los visados a China, lo cual haremos por la tarde, cuando la embajada abra a las 16.30 h. Mientras tanto, vamos a visitar el pintoresco Lago Hoan Kiem, en el mismo centro de Hanoi, con su característico puente rojo por donde se va a una pagoda de estilo chino muy bonita dedicada a Confucio. A continuación vamos al Templo de la Literatura, otro recinto de estilo chino donde antiguamente se graduaban los estudiantes de letras.

A las 16.15 h. ya estamos delante de la Embajada de China, pero no se dignan a abrir hasta las 16.45 h. Lo que pasa allí a continuación es surrealista. En primer lugar, el guardia de la entrada me indica con gestos que no puedo pasar porque voy con una camiseta de tirantes; como Jordi no puede entrar porque no se defiende tan bien en inglés, me tengo que poner su camiseta encima para poder entrar yo. Una vez allí, la mayoría de gente hace cola en la ventanilla 1 para recoger los visados que previamente han solicitado; como yo sólo voy a hacer la solicitud, el guardia me indica que vaya a la ventanilla 2. Allí, una funcionaria me pregunta que con qué propósito estoy en Vietnam, a lo cual le respondo que de vacaciones. Entonces ella me dice que no me pueden hacer el visado, que sólo los hacen a personas que están de negocios y que en todo caso lo pida en mi país. ¿Que me vaya a España a pedirlo? Me deja alucinada. Insisto pero me responde lo mismo, tan tranquila ella.

Salgo de allí sintiéndome impotente. Hay otros turistas fuera que están más o menos igual. Uno americano dice que por la mañana a un montón de turistas les han dicho lo mismo, aunque a él afortunadamente le han acabado tramitando el visado después de insistir durante tres horas. A otra chica canadiense tampoco le han querido hacer el visado. Nos preguntamos cual es el problema con China. Hasta ahora hemos obtenido los visados de Tailandia, Laos y Vietnam en el mismo momento y con solo nuestro pasaporte y una foto, mientras que los chinos piden además un billete de transporte de ida y vuelta y reserva hotelera. ¿Pero cómo vamos a comprar un billete de salida del país si no sabemos cuando vamos a regresar ni por dónde? En fin, que nos sentimos inmensamente frustrados.

Nos vamos a pasear por el centro, a ver si nos despejamos. Al pasar por delante de de una agencia de viajes, Ocean Tours, se nos ocurre que igual allí tramitan visados a China, tal como hicimos en Bangkok con los visados de Laos. Preguntamos y, efectivamente, nos pueden conseguir el visado al “módico precio” de 50 dólares –en el consulado vale 30-, y si lo quieres en dos días tienes que pagar 30 dólares más, porque si no te lo entregan en cuatro. Desde luego a las agencias les va fenomenal que el consulado ponga tantas trabas…

Mientras nos pensamos lo de la agencia, nos encontramos con Carmen, una chica de Hanoi que he conocido por e-mail a través de un amigo común. Carmen está estudiando español en la universidad de Hanoi y tiene mucho interés en quedar con turistas españoles para practicar y conocer mejor nuestra cultura. Se presenta con otra amiga que también estudia español, Nieves. Las dos tienen unos 20 años y son muy simpáticas. Evidentemente no se llaman ni Carmen ni Nieves, más bien tienen unos complicados nombres vietnamitas, pero se hacen llamar así para facilitar las cosas. Nos llevan a una terraza en el centro que sólo conocen los de Hanoi, en un edificio muy alto y con unas vistas espectaculares del lago. Carmen nos cuenta que ha conseguido una beca para ir a estudiar en julio un mes a Madrid, será la primera vez que salga de su país y está entusiasmada. Nieves está en ello. Su sueño es ir a trabajar a España, ¿por qué?, les preguntamos, pues simplemente porque les atrae la cultura española y encuentran a los chicos españoles muy guapos, nos dicen riendo tímidamente. Detrás de estas sonrisas, sin embargo, se adivinan los sueños y esperanzas de dos chicas jóvenes que desean escapar del incierto futuro que les espera en su país...

Consejo: cuando fuimos a pedir el visado en la Embajada de China faltaba poco para los Juegos Olímpicos de Beijing, quizás por este motivo nos pusieron tantos problemas... Si hay que sacar el visado pues, mi consejo es que primero se intente en la misma embajada y, si no es posible, se vaya a una agencia de viajes de las decenas que hay que lo hacen. Ocean Tours es una de ellas y viene recomendada por Lonely Planet, aunque nosotros al final escogimos otra más cutre -no recuerdo el nombre- porque lo hizo más barato. Nos arriesgamos y salió bien, pero en verdad si hay que dejar el pasaporte en manos de alguien quizé sea mejor pagar un poquito más y estar tranquilo...

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